lunes, 23 de mayo de 2011

MÉTODOS NATURALES

  • Método de Billings: consiste en la observación de los cambios del moco cervical. Durante los días fértiles aumenta la cantidad, elasticidad y viscosidad del moco, además de ser más transparente. Estas propiedades se pierden durante los días no fértiles, observándose un flujo más turbio o blanquecino menos abundante. Este método no tiene el problema de alterarse con factores externos ya que el moco cervical no se altera por cambios exteriores aunque sí se altera cuando existe algún tipo de infección o enfermedad sexual.[2]
  • Método de la temperatura basal: La fertilidad viene determinada por cambios en la Temperatura Basal Corporal (temperatura del cuerpo en reposo y al despertar). La temperatura se ha de tomar todos los días, durante 5 minutos, vía sublingual, vaginal o rectal (para una mayor precisión debe utilizarse de la misma manera durante todo el ciclo). Durante la ovulación se producirá un aumento de casi un grado. Es un método efectivo, aunque hay varios factores que pueden alterar su medición exacta. Lo más efectivo es combinar este método con el método de Billings.[3]

COITO INTERRUMPIDO

El coito interrumpido se produce cuando un joven retira su pene de la vagina justo antes de eyacular.
El coito interrumpido es un intento de evitar que los espermatozoides ingresen a la vagina haciendo que el hombre eyacule fuera de ella.
En el transcurso de un año, aproximadamente 27 de cada 100 parejas que utilizan el coito interrumpido para evitar los embarazos tendrán un embarazo accidental. Por supuesto, éstas son cifras promedio y la posibilidad de un embarazo depende del uso correcto de este método cada vez que se tienen relaciones sexuales.
Incluso en el caso de quienes creen que lo hacen correctamente, el coito interrumpido no es un método efectivo para evitar el embarazo. Los jóvenes liberan un poco de esperma por el pene antes de la eyaculación, por lo cual, si un joven se retira antes de eyacular, de todos modos es posible que la joven quede embarazada. Además, si el joven eyacula cerca del exterior de la vagina, los espermatozoides pueden desplazarse hacia el interior de la vagina. Sin embargo, se considera que el coito interrumpido es mejor que no utilizar absolutamente ningún método anticonceptivo.
El coito interrumpido no protege contra las enfermedades de transmisión sexual (STD, por sus siglas en inglés). Quienes tengan relaciones sexuales deben utilizar siempre condones para protegerse de las enfermedades de transmisión sexual.
La abstinencia (no mantener relaciones sexuales) es el único método que evita en todo momento el embarazo y las enfermedades de transmisión sexual.
El coito interrumpido no es una manera confiable de evitar el embarazo y es considerado el método anticonceptivo menos efectivo. La mayoría de los hombres tienen dificultades para saber exactamente en qué momento deben retirar el pene o no tienen la fuerza de voluntad necesaria para retirarse mientras están manteniendo una relación sexual. Incluso aunque el joven retire el pene, podría liberar una cierta cantidad de espermatozoides antes de la eyaculación, con lo cual de todos modos la joven puede quedar embarazada.

PRESERVATIVO

EL PRESERVATIVO, TANTO FEMENINO COMO MASCULINO, ES UNO DE LOS MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS DE BARRERA QUE EVITA EMBARAZOS NO DESEADOS Y PREVIENE EL CONTAGIO DE ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL. EL PRESERVATIVO RETIENE EL SEMEN E IMPIDE TODA POSIBILIDAD DE UNIÓN DE LOS ESPERMATOZOIDES CON EL ÓVULO Y POR TANTO LA POSIBILIDAD DE UN EMBARAZO.

PRESERVATIVO MASCULINO

El condón masculino consiste en una funda que se ajusta sobre el pene erecto. Para su fabricación se usan habitualmente el látex natural y el poliuretano (utilizado básicamente en casos de alergia al látex).[3]
El preservativo masculino generalmente posee un espacio en el extremo cerrado llamado depósito, diseñado para contener el semen. Sus medidas varían de 16 a 22 cm de longitud y de 3,5 a 6,4 cm de diámetro. La medida estándar de un preservativo es de 170 mm de largo, 48 mm de ancho nominal y entre 0,055 y 0,07 mm de grosor.
Los preservativos pueden presentarse en color natural y en toda la gama del arcoíris, pudiendo ser transparentes, opacos e incluso fosforescentes. Algunos tienen estampados en su superficie. Pueden ser lisos o con texturas (anillos, tachones) para lograr una sensación más intensa; con aromas diversos (vainilla, fresa, chocolate, banana, coco, entre otros); con formas anatómicas especiales para aumentar la comodidad o la sensibilidad; más largos y anchos o ajustados; más gruesos (extra fuertes) o más delgados (sensitivos); con lubricante saborizado; sin lubricar, lubricados ligeramente, extra lubricados, entre otros. Los preservativos suelen presentarse con cierta cantidad de lubricante y espermicida. Si fuera insuficiente puede añadirse lubricante para facilitar la relación sexual.

PRESERVATIVO FEMENINO

El condón femenino disponible en Europa desde 1992, consiste en una funda o bolsa que cubre el interior de la vagina y los genitales externos. Inicialmente se hicieron de poliuretano. En la actualidad se fabrican de poliuretano, nitrilo y látex.[4] Además de cubrir los labios genitales y el clítoris, evita que los testículos estén expuestos a contagio o contagiar enfermedades de transmisión sexual (como el virus del papiloma humano - VPH, VIH).[2]
El preservativo femenino mide de 160 a 180 mm de largo y de 76 a 82 mm de ancho, su grosor varía entre 0,041 mm y 0,061 mm. La abertura del preservativo tiene un anillo con un radio de 65 mm. En el interior se encuentra otro anillo -no integrado estructuralmente en la bolsa- que conforma al preservativo, y que sirve para insertarlo adecuadamente en la vagina

ESPONJA ANTICONCEPTIVA

La esponja anticonceptiva vaginal es fácil de usar y se adquiere sin prescripción en la mayoría de farmacias, pero puede provocar reacciones alérgicas
Es una esponja sintética y blanda, que está impregnada de espermicida. Se humedece con la jalea o pomada y se introduce en la vagina, hasta topar con el cuello del útero en donde se deja durante toda la relación sexual. Es bastante parecido al diafragma, ya que actúa como mecanismo de barrera.
Después de la relación sexual, la esponja debe permanecer en su lugar hasta por 8 horas. Este método está disponible sin prescripción en la mayoría de farmacias.

PILDORA

La píldora anticonceptiva o píldora precoital, también conocida como pastilla anticonceptiva o pastilla, es un anticonceptivo hormonal oral para uso femenino que tiene como objetivo alterar el ciclo menstrual para impedir la ovulación y, por tanto, la fecundación del óvulo y un posible embarazo no deseado. La píldora anticonceptiva es uno de los métodos anticonceptivos femeninos más utilizados por su alta eficacia que alcanza el 99,9%.[1]
La aparición del anillo vaginal hormonal, cuya comercialización y uso comenzó en Europa y Estados Unidos en el año 2002, es una alternativa a la píldora anticonceptiva. El anillo vaginal es de un sólo uso mensual, contiene menor cantidad de hormonas que la píldora y tiene similar eficacia.[2] [3]
La píldora anticonceptiva no protege contra las infecciones de transmisión sexual como el VIH (SIDA), clamidia, herpes genital, condiloma acuminado, gonorrea, hepatitis B y sífilis). Si se desea protección contra las infecciones de transmisión sexual es necesario utilizar preservativo.[4]






INYECTABLE

Son métodos anticonceptivos hormonales que se administran por inyección intramuscular cada mes o cada 3 meses dependiendo de la presentación. Tienen la ventaja de ser involuntarios y fáciles de manejar, preservando la privacidad del método anticonceptivo especialmente si la usuaria es escrupulosa a este respecto. En ambos casos existe el problema de que una vez inyectados no hay forma de retirarlo del organismo y se debe esperar el metabolismo total del medicamento: esto es un problema muy molesto en casos de alergias, dolores de cabeza, depresión, etc.

DIU O ESPIRAL

Es un pequeño objeto de plástico en forma de T que introduce el/la ginecólogo/a dentro de la matriz o útero.

Tiene 2 efectos: dificulta el paso de los espermatozoides hacia las trompas y aumenta la movilidad de estas, dificultando la fecundación.

El/la ginecólogo/a realiza un control ginecológico para determinar si la mujer está en condiciones de utilizar el DIU, ya que está contraindicado frente a infecciones u otras enfermedades del útero, el cuello y la vagina.

Una vez colocado, debe ser controlado periódicamente por el/la médico/a, porque a veces puede descolocarse o puede ser expulsado. Algunas mujeres lo rechazan una vez colocado, pero si esto no ocurre, puede permanecer colocado entre dos y cinco años, según la clase de DIU que se utilice. Aunque es un método muy seguro, no es infalible. Ocasionalmente puede producir algunos trastornos, como sangrado entre periodos menstruales e infecciones vaginales. Por ello es muy importante consultar con el/la médico/a frente a cualquier duda, ya que frente a estos síntomas, la utilización del DIU puede producir complicaciones que dificulten un embarazo posterior. Una vez retirado por el/la médico/a o si ha sido expulsado, el embarazo puede producirse de inmediato.
No ofrece protección contra enfermedades de transmisión sexual ni frente al SIDA. Luego de la colocación es importante efectuar una ecografía de control para certificar que el lugar de ubicación sea el indicado